Por último, la historia de una joven, que estuvo ahorrando durante mucho tiempo para poder comprarse un reborn.
Pasaba todos los días por delante de nuestro escaparate para asegurarse de que el muñeco seguía ahí.
Finalmente, se lo pudo comprar, y es que, ¿quién ha dicho que el amor no pueda ser hacia uno mismo?
Sea como sea, hoy celebramos uno de nuestros días favoritos del año.
Ver las caras de la gente al hacer felices a los que más quieren, no tiene por qué ser mediante algo material, es algo que nos encanta y nos hace felices a nosotros.
Comentarios (0)